viernes, 13 de mayo de 2016

Bajo los vientos de Neptuno.

El dúo Vargas-Adamsberg de nuevo en acción. Autora y personaje en una nueva entrega de esta singular pareja de la novela ¿negra?, policíaca diría yo.
En esta ocasión, el singular comisario Adamsberg se ve envuelto en unos crímenes que le llevan a rememorar su pasado. Mientras comienza las indagaciones sobre un crimen que se asemeja a los que investigó en su pasado, Adamsberg y su equipo tienen que viajar hasta Canadá, para realizar unos cursos sobre el uso de las muestras corporales para la extracción de ADN y la identificación de víctimas y sospechosos.
Durante su visita, se produce un asesinato en el que se ve involucrado, pero que reproduce los crímenes irresolutos de su pasado. Todos tienen en común una característica, tres incisiones alineadas y de la misma profundidad, asemejando a un tridente.

Tiene la certeza, que no las pruebas, que el asesino es un juez, al que estuvo instigando, pero que no llegó a encarcelar, pero que lleva enterrado más de 15 años. Las circunstancias hacen que el propia Adamsberg sea considerado sospechoso por la policía canadiense. Adamsberg debe abandonar Canadá bajo falsa identidad para poder regresar a Francia e investigar los asesinatos.
Como siempre, Vargas rodea a Adamsbergt, personaje singular por sí solo, de un elenco de personajes singulares, desde su mano derecha, Danglard, todo un erudito aficionado al alcohol, el contrapunto perfecto a Adamsberg, que es todo intuición, pasión, improvisación; hasta una anciana hacker, con pasado entre las grandes familias francesas.
A mi parecer no es la mejor novela de la serie, creo que es en la que más divaga sin avanzar, sin escarbar en las motivaciones del crimen, sin un fondo sobre el que reflexionar. A ver, que escarbando mucho, algo se intuye de menosprecios familiares, venganzas y odios cultivados con el paso del tiempo, pero escarbando mucho.Ni siquiera, hace acto de presencia ese sentido del humor que la caracteriza en otras ocasiones.
Un mal día lo puede tener cualquiera, y Bajo los vientos de Neptuno debe ser el mal día de Fred Vargas. Claro, todo esto desde mi particular punto de vista, que tiene el valor que le quieran dar los demás.
¿Dejaré de leer a Fred Vargas por esto? No, salvo que las próximas sean igual que este libro y el aburrimiento me haga desistir.
Si alguien quiere empezar a leer a Fred Vargas, este no es el mejor libro, es una lectura para cuando no sabes que leer y no necesitas una gran concentración.
Un problema añadido, que es básicamente de traducción, es la diferenciación entre el francés de Francia y el de Canadá, la traducción de modismos y formas locales de una lengua es complicada de por sí, pero creo que la alternativa elegida ha sido desafortunada. por eso digo que es un problema de traducción.
¡Ah!, y el Mahjong como el hilo del que tirar para hallar la solución al crimen. Muy rebuscado.
Año de edición original, 2004. Primera edición traducida al castellano: 2006.
Ficha del catálogo de la Biblioteca Nacional

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