jueves, 27 de mayo de 2021

Delicadeza

No, no es el título de ninguna novela, ni libro de poesía, ni ensayo, ni libro de autoayuda. Es una palabra. El diccionario dice lo siguiente


(Nota: el diccionario superando mis expectativas)

Todo el rollo viene a cuento de lo último que he leído. Tan prescindible que obviaré el título y a su creador. Con uno que sufra, hay suficiente.

Al tema, la cuestión es como nos obligamos a amoldarnos a esta palabra. El libro fue un regalo. Por lo que hay que ser delicado: agradecido y, aunque intuyendo que no va a dar, ser suave a la hora de emitir un juicio sobre la lectura a la persona que te ha hecho llegar el libro como un presente con toda la intención de que sea de tu agrado. Por aquí pulularía la honestidad, pero ya sería otro tema.

Delicadeza, de la persona que se dedicó a escribirlo, para saber que igual era mejor que se quedase en su archivo, como un intento fallido, como algo que "en su cabeza sonaba espectacular". Pero no, el ego, alimentado por terceros, puede sobre la razón y nos brinda semejante cosa.

Ahora vamos con la editorial. A esta le vamos a dedicar la cuarta acepción. Básicamente, por ausencia de ella. En una doble vertiente: primero, por la falta de escrupulosidad al considerar que esto era editable; y, segundo, por la falta de escrúpulos con tal de vender libros, al precio que sea. En este caso, el estandar 19,50 euros.

A la editorial sí que le vamos a dar un palito. Tusquets. Vaya tragedia desde que ha caído en manos de Planeta. Creo que antes tenían algo más de criterio. Pero vamos, que no deja de ser un negocio, así que no nos sorprendamos.

Hasta aquí mi pedante ataque de crítico trasnochado, perdido entre efluvios etílicos a altas horas de la noche (venga topicazos).