miércoles, 17 de agosto de 2016

F

Este es un libro en el que no he entrado en ningún momento. Supongo que es por como está estructurado, son diversos momentos en la vida de una familia singular: un padre que tiene tres hijos con dos mujeres diferentes, dos de los cuales son gemelos. En la primera parte, nos encontramos con el padre que lleva a sus tres hijos a un espectáculo de hipnotismo, que tendrá unas consecuencias drásticas en la vida de todos, en especial del padre. Esta primera parte narra este hecho y cómo se conocieron los tres hermanos.




La parte central trata sobre como ve su vida cada uno de los tres hermanos en relación a su elección en la vida, tanto en lo personal como en lo profesional: uno se ha hecho cura, es agnóstico, bueno falto de fe, poco ambicioso y glotón; uno de los gemelos es un supuesto gestor de patrimonios de éxito, pero al que la falta de crítica y el rodearse de mediocres, para enmascarar su propia mediocridad, le lleva a malas inversiones y a tapar agujeros de unos provocando otros en otros y que todo su afán en la vida consiste en hacer lo que todo el mundo espera que haga, a parte de su adicción a la automedicación; y por último, el otro gemelo, que es crítico de arte, homosexual y pintor, relativamente, frustrado, digo relativamente por que consigue hacer de un pintor semidesconocido a alguien imprescindible en cualquier pinacoteca, pública o privada, pero que en realidad es él quien pinta y no el pintor. 
La parte final es un intento de reconducir todo lo anterior, usando como guía el funeral del hermano dado por muerto. De hecho, lo está, pero como muere en un lugar que nadie conoce, no lo saben a ciencia cierta, pero se le declara fallecido.
Creo que es un libro sobre expectativas, las propias y las ajenas, de como cumplirlas para no defraudarse a uno mismo y, sobre todo, a los demás. Es un libro en el que se cuestiona todo a nivel personal: fe, familia, amistad, felicidad, coherencia, legalidad, relaciones sociales. Viaja sobre un sinfín de aspectos de la forma de vida actual, la occidental y la eminentemente urbana, dejando en el texto reflexiones sobre cada aspecto: desde la televisión, a la forma de hacer dinero, el valor del arte, la notoriedad pública, las modas... Mediante reflexiones de los personajes deja el tema flotando para que el lector haga la correspondiente reflexión sobre cómo actuamos, cómo debemos actuar y si tanto lo uno como lo otro tiene un sentido cierto.
La forma de narrar es algo difusa y confusa, creo que es lo que hace que cueste llegar a entrar en el libro, de descubrir cual es el ritmo narrativo y el sentido que debe tener la estructura del libro. Es por todo esto que el libro me ha dejado frío, ni me ha gustado, ni me ha desagradado, dejándome con una sensación extraña y con la indecisión de si volveré a leer otro libro de Daniel Kehlmann.